Hace algunos días sucedió algo particular que me hizo pensar en redactar esta entrada. Era el lanzamiento de la segunda parte de la cuarta temporada de Attack on Titan, uno de los animes más populares que hay actualmente y que por ello cuenta con muchos fanáticos alrededor del mundo. Debido a dicha popularidad la gente estaba esperando ansiosa que saliera el capítulo en Crunchyroll, que es la plataforma donde está disponible el anime de forma legal, junto con Funimation.
Cuando llegó la hora de estreno del capítulo, la gente enloqueció al ver que Crunchyroll se había caído debido a la cantidad de solicitudes a nivel global por parte de los usuarios para acceder a ver el capítulo, lo cual fue inevitable por muchas cuestiones técnicas, las cuales no ahondaré en esta publicación. La caída del servicio duró aproximadamente 3 horas, pero en ese lapso de tiempo la gente realizaba comentarios en Twitter relacionados a la disponibilidad del episodio en sitios web ilegales donde se podía ver el capítulo, y alegaban así mismo por que estas páginas piratas no se venían abajo, a diferencia de Crunchyroll. Incluso se vanagloriaban de haber visto el capítulo en dichas páginas web y comentando de forma ofensiva en algunas ocasiones.
Aplicar falacias lógicas para validar su punto de vista era lo que realizaban algunos usuarios en Twitter, usando por ejemplo la falacia ad populum, en la que suponen que algo es correcto o bueno por que otras personas están de acuerdo con quien lo afirma. En este caso, algunos afirmaban que las páginas ilegales son mejores por que no tienen caídas del servicio y el capítulo estaba disponible, y por ello otros respaldaban esa afirmación.
Estoy plenamente de acuerdo en que fue fallo el no prever la afluencia de usuarios ante el estreno del capítulo, pero esto no implica que por eso se deban acudir a páginas ilegales para ver un contenido que está protegido por derechos de autor, y del cual se pagan unas licencias de distribución. Esto aplica para Crunchyroll, Funimation, Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, y demás servicios de streaming.
Cómo funcionan los sitios web ilegales de streaming
Me puse a la tarea de ver algunas páginas web ilegales y el funcionamiento de estas es bastante sencillo, a diferencia de un servicio legal de streaming:
- Alquilan un servicio de alojamiento con algún proveedor, generalmente norteamericano. No contratan servidores per se, solo alojamiento administrado o máximo un VPS por temas de costos.
- En este servicio alojan una instalación de WordPress, Drupal o en algunos casos, hacen sus propios desarrollos.
- Utilizan alojamientos de videos de terceros para publicar en sus páginas los capítulos. A menudo suelen usar Mega, YourUpload, Sendvid, entre otros servicios. Nunca alojan los videos en sus propios servicios de alojamiento, ni realizan encodeo de video. Todo lo relegan al servicio donde suben el video. De hecho, especifican en las páginas que ningún video está alojado en sus servidores.
- Los capítulos los adquieren de tres formas: La primera, grabando los episodios de la fuente original (en el caso de animes, de la estaciones de televisión japonesas), que emiten los capitulos siempre primero. La segunda, de otros sitios que hacen las grabaciones, es decir, solo toman el contenido ilegal grabado de otros. La tercera, descargando o grabando los capítulos del servicio de streaming legal una vez han salido.
- Los subtitulos de los videos los realizan fansubs, o personas que hablan el idioma en que originalmente se emite el capítulo y prestan su servicio para realizar el subtítulado pasando el audio a texto en español y sincronizando los textos, lo cual es muy raro de ver. Algunas veces copian exactamente los subtítulos del servicio. Por lo general suelen tomar los subtítulos de otros servicios ilegales en otros idiomas, siendo el más frecuente el idioma inglés, para hacer la traducción a español, sin tener que realizar el proceso de sincronización de tiempos, ya que este ha sido realizado por quien ha realizado los subtítulos originalmente.
- Agregan marcas de agua a sus videos, e incluso cambian las fuentes tipográficas de los subtítulos para hacer el contenido más “acorde” a su página. Una forma de branding, por así decirlo.
- La calidad de los videos suele ser máximo de 720p (suben los videos hasta en 480p) cuando buscan ser los primeros en publicar el contenido. Posteriormente toman el contenido de alta calidad de los servicios de streaming para subirlo en, por ejemplo, 1080p o incluso 4K.
- Agregan publicidad molesta para monetizar el sitio, y peor aún: adware que solo dirige a sitios donde se descargan virus y programas maliciosos.
Para efectos prácticos del artículo pondré a anime fenix de referencia, que es un portal ilegal de anime. Pueden darle un vistazo para comprobar todo lo que he comentado anteriormente. Hay muchas páginas más de streaming ilegal de anime como AnimeFLV que es de las más populares.
El factor común de todas las páginas ilegales de anime: que ninguna paga por los derechos de distribución de los animes. Dicen apoyar la industria pero ninguna realmente le paga a los dueños de la licencia por obtener los derechos de uso. De hecho, una licencia de anime se puede expresar en números de 6 o 7 cifras, dependiendo de la popularidad.
Entonces ¿Cómo no se van a caer estos servicios si el único alojamiento que mantienen es el de la página? No cuentan tampoco con una base de datos de usuarios masiva ya que incluso el sistema de comentarios que suelen usar son Disqus o Facebook Comments.
Cómo funcionan los sitios web legales de streaming
Dejando de lado el tema ilegal, ahora me concentraré en los servicios legales. El panorama es completamente diferente en este aspecto.
- Los sitios web streaming legal mantienen su propia infraestructura (administración de servidores propios), o contratan un servicio en la nube como AWS Amazon, Google Cloud o Microsoft Azure, entre otros. Con esto aseguran que podrán atender la demanda de usuarios la mayoría de ocasiones ya que suele suceder con los servicios en la nube que imponen restricciones a los recursos que ofrecen para evitar una sobrefacturación o mal uso de los mismos recursos. En el caso de los servidores propios, pueden funcionar junto con un servicio en la nube donde en caso de no poder dar abasto, relegan parte de la carga.
- Reciben el contenido directamente de los licenciatarios en la mejor calidad, para luego realizar el proceso de transcodificación y adaptar el contenido a los diferentes dispositivos donde se mostrarán los videos (página web, apps móviles, consolas, etc).
- Todos los videos los alojan en la infraestructura contratada, y por supuesto con las respectivas medidas anticopia conocidas como DRM.
- Contratan a un equipo de profesionales en subtitulado, quienes reciben los scripts directamente del licenciatario para realizar el proceso de traducción asegurando la calidad de los subtitulos.
- También cuentan con equipos de ingenieros para sostener la infraestructura; equipos de ventas para hacer las adquisiciones de licencias; equipos de marketing para promocionar las series, y muchos más equipos para que el servicio pueda ser operativo.
- De acuerdo al modelo de licenciamiento, pagan regalías o pueden pagar la totalidad de la licencia por anticipado. Esto es de mutuo acuerdo entre las partes.
- Los capítulos suelen ofrecerse en muchas calidades: 360p, 480p, 720p, 1080p, 2K y 4K, dependiendo del servicio. Esto con el fin de que el contenido siempre pueda ser reproducido, sin importar las condiciones de red.
- Los servicios invierten también en la creación de apps para diferentes dispositivos, así los usuarios pueden consumir el contenido más fácilmente.
- Cuentan con servicio de soporte al cliente, sea telefónico, por chat, correo o redes sociales para ayudar a los usuarios del servicio.
Como ves, un servicio legal tiene muchas más responsabilidades y también cargas económicas, y por ello debe ser rentable. Se basan en modelos de suscripción para poder sostener los costes asociados a su servicio, pero a su vez ofrecen siempre lo mejor posible.
Como ningún sistema es infalible, y también existen los ataques DDoS, es posible que los servicios de streaming legal puedan verse afectados por la afluencia de muchos usuarios en algunos casos puntuales, como fue el caso de Crunchyroll con el estreno de Attack on Titan. Normalmente la disponibilidad de todos los servicios de streaming es del 99.999% por lo que recalco nuevamente, en casos puntuales puede darse la caída del servicio.
Conclusiones
Sin duda ha sido una entrada algo larga, y a pesar de todo he resumido la información para que te des cuenta a grosso modo de todo lo que sucede en el mundo de las plataformas de streaming legales e ilegales. Puede que incluso me salte algunas consideraciones, y de ser el caso me gustaría que las dejaras en los comentarios, así podré actualizar esta publicación.
El ejemplo de Crunchyroll citado en esta publicación es eso, un ejemplo. También sucede con las demás plataformas de streaming, pero al estar involucrado en el mundo del anime, es mi punto de referencia y del que puedo hablar con mayor propiedad.
Si eres de las personas que consume contenido ilegal, sea cual sea el motivo, espero que estas palabras te abran un poco los horizontes y consideres hacer la transición al servicio legal. No te juzgo por consumir el contenido de forma ilegal, pero si te aliento a que cuando te sea posible apoyes con tu suscripción. Verás que la diferencia entre servicios es abismal y disfrutarás más viendo el contenido en las plataformas legales.
Por otro lado, si ya eres suscriptor de uno o varios servicios, estoy seguro de que estarás disfrutando de todos sus contenidos de forma cómoda, y en cualquier locación.
La falsa idolatría a los servicios de streaming ilegal tiene que acabar por el bien de todos nosotros como consumidores de contenidos, y espero esta sea una de las muchas contribuciones para que eso suceda en el corto o largo plazo.
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